Esta interrogante dependiendo del contexto de cada uno puede tener diferentes respuestas; por ejemplo, una persona puede decir que su familia, un padre o madre de familia dirá que sus hijos, un empresario podría decir que sus clientes, un gerente u administrador de empresa podría decir que sus empleados y así sucesivamente; lo importante es entender que esta interrogante, en nuestra época, se puede resumir en una sola respuesta: Nuestros datos.
Con nuestros datos cualquier persona puede tener acceso a información de nuestros familiares, de nuestros hijos, de nuestros clientes, de nuestros empleados y así toda esta información la tenemos generalmente en la palma de nuestra mano en nuestros dispositivos móviles los cuales en muchas ocasiones nos olvidamos el riesgo que corremos al no darles la importancia y la seguridad que merecen.
Cuando escuchamos hablar de ciberseguridad siempre pensamos que solo atañe a las empresas o a los encargados de mantener en resguardo claves o cuentas electrónicas importantes y nosotros no tenemos que pensar en esos temas; ese es uno de los errores más grandes que cometemos, la ciberseguridad comienza con cada uno de nosotros y con nuestras buenas practicas para tener en resguardo ese bien más importante que tenemos, nuestra información. Al hablar de buenas practicas nos referimos a esas acciones que realizamos para proteger nuestra información, si en nuestro dispositivo móvil lo tenemos bloqueado con clave, con patrón, con bloqueo biométrico (huella digital, bloqueo facial, iris, etc.) también la verificación en dos pasos (cuando se accede a una cuenta no solo con una contraseña sino también validación por medio de correo u otra clave); todo esto es importante y debemos de comprender que la responsabilidad de cuidar nuestra información es nuestra y comienza con nuestras buenas practicas ya que al final no podemos arriesgar lo más importante que tenemos, nuestra información.
Gilberto Calderón
Director Operativo Jurídico